Una sensación de confusión ofrecida a los transeúntes.
El sonido de un motor aparece y abre la puerta a la acción.
Se produce una escena inesperada.
Un momento de suspense
No, no es un accidente, más bien el inicio de un sueño metálico.
El público es entonces testigo del montaje del cable en directo.
De nuestro ballet mecánico.
El cable está tenso, el equilibrista respira.

Una cantante acróbata
Un equilibrista perdido
Un camión grúa en decadencia
Un mercedes de 1978
Una cabina telefónica estropeada
Un concierto en directo
45 minutos de intoxicación.

“La mecánica es una poesía, la música un lenguaje.
El cable es un sueño, el espacio público un pilar de expresión»